Crítica y Resistencias. Revista de conflictos sociales latinoamericanos

N° 1. Año 2015. ISSN: 2525-0841. Págs.65-73

http://criticayresistencias.com.ar

Edita: Colectivo de Investigación El Llano en Llamas. Ciudad de Córdoba

La Agrupación de Estudios Sociales y su resistencia a la dictadura militar en Córdoba, 1967/1969[1]

The Social Studies Association and its resistance to the military dictatorship in Córdoba, 1967/1969

Juan Ignacio González[2]

Resumen
En Argentina, el 28 de junio de 1966 se produce el golpe de Estado contra el presidente Arturo Illia. La dictadura que se inició estuvo decida a reprimir a los estudiantes, quienes articularon sus fuerzas hasta la participación en las calles, junto a los trabajadores, en las jornadas del Cordobazo. El presente trabajo se propone describir el trayecto inicial de la Agrupación de Estudios Sociales (AES), sus posicionamientos políticos y algunos de los debates que la atravesaron. Se analizarán, además, las relaciones con otros actores del período para comprender sus configuraciones como sujetos políticos. En este sentido, profundizar el estudio sobre estos estudiantes y su resistencia a la dictadura nos habilitará para reflexionar sobre la apropiación del pasado, a partir del archivo y la memoria.

Palabras clave: Agrupación de Estudios Sociales – Estudiantes – Política - Dictadura

Abstract

In Argentina, on June 28, 1966, the coup d'etat against President Arturo Illia took place. The dictatorship that began was determined to repress the students, who articulated their forces to participation in the streets, along with the workers, in the Cordobazo days. The present work sets out to describe the initial trajectory of the Social Studies Association (AES), its political positions and some of the debates that went through it. Furthermore, relations with other actors of the period will be analyzed to understand their configurations as political subjects. In this sense, deepening the study of these students and their resistance to the dictatorship will enable us to reflect on the appropriation of the past, based on the archive and memory.

Key words: Agrupación de Estudios Sociales - Students - Politics - Dictatorship

Los estudiantes cordobeses[3]

El Golpe de Estado de 1955 significó un punto de inflexión en la historia argentina del siglo XX. Para el escrito que nos convoca, fundamentalmente, por los posicionamientos y las reelaboraciones que tomarían a su cargo los estudiantes durante el período. Esta ruptura del orden democrático dio comienzo al diseño de una nueva política educativa por parte de los sectores privilegiados que habían visto lesionados sus intereses con los logros de la Reforma Universitaria de 1918 (Mignone, 1998). El acuerdo se concretó con la sanción de una norma (Ley nro. 14.557), que inauguraba el funcionamiento de universidades privadas, ratificada durante la presidencia de Arturo Frondizi, en 1958.

El conflicto por la irrupción en el sistema educativo de nuevas instituciones enfrentó a partidarios de un sistema laico, donde el Estado tuviese el control de las titulaciones universitarias, y a los que impulsaban un sistema libre, donde bajo el argumento de una mayor libertad para elegir y dictar carreras, se ocultaba el ideario de una sociedad elitista. En este debate, se habían visto involucradas las organizaciones reformistas, que se consideraban herederas de la Reforma: su ala liberal, en torno a la agrupación Franja Morada, con raíces en la Unión Cívica Radical; y su ala izquierda, en torno a la juventud del Partido Comunista. Ambas eran defensoras de la universidad laica. 

Frente a ellas, se encontraban los estudiantes católicos que habían comenzado a organizarse alrededor de 1954 bajo la denominación de Integralismo. Los integralistas, partidarios de la universidad libre, impulsaban dentro del ámbito de la universidad el apoliticismo y las cuestiones estudiantiles. Estos puntos marcaban una clara distancia con el ideario de la Reforma, que consideraba la necesaria imbricación de la institución universitaria y sus saberes con la sociedad y sus problemáticas.

Mientras los reformistas mantuvieron su hegemonía en el cogobierno de la Universidad Nacional de Córdoba (UNC) desde 1918 hasta 1960, a partir de 1961, y luego de derrotas ajustadas los años anteriores, se ponen al frente del movimiento estudiantil cordobés los integralistas. Para entonces, sin embargo, sus dirigentes habían comenzado el viraje desde las ideas socialcristianas, de sus orígenes, hacia: la izquierda, influenciados por la Revolución Cubana (1959); el tercermundismo, por el Concilio Vaticano II (1962-1965); y el peronismo, en su vertiente revolucionaria.

En la misma línea, con anterioridad a 1964, había circulado una autocrítica del reformismo que cuestionaba las directrices adoptadas por la conducción de los estudiantes ante en el golpe de Estado contra Juan D. Perón.  Se sostenía que en aquel momento histórico los estudiantes se habrían posicionado contra el pueblo, con falencias para comprender sus movimientos y características particulares (Ferrero, 2009).

En cuanto a las características propias del distrito cordobés, debe anotarse que, con posterioridad al golpe de Estado de 1955, la Federación Universitaria Argentina (FUA) nucleaba a nivel nacional a todas las Federaciones y se encontraba bajo la hegemonía del Partido Comunista (PC). Sin embargo, en Córdoba, no sólo se habían ganado un espacio los integralistas, y a través de ellos la gradual incorporación del peronismo; sino también, que el contacto con los trabajadores fabriles de las industrias metalmecánicas había provocado otros posicionamientos. Fundamentalmente, de los intelectuales (disidencia marxista de Pasado y Presente) y de las juventudes de la izquierda nacional, nueva izquierda, bajo la atenta escucha de pensadores como Abelardo Ramos e Ismael Viñas, entre otros. Estas influencias confluirían durante el período de Abraham Kozak, dirigente de la Federación Universitaria de Córdoba (FUC), entre 1964 y 1966.

Con el advenimiento del nuevo Golpe de Estado de 1966, encabezado por el Gral. Juan Carlos Onganía, fueron ilegalizados los centros académicos y las representaciones de los estudiantes en el cogobierno estudiantil (Ley nro. 16912). Debido a que la FUC recurría a las calles cuando era necesario, pero era más ajustada a las instituciones formales cobijadas por el gobierno tripartito de la Universidad Nacional de Córdoba (UNC), se debilitó cuando se clausuró la autonomía universitaria, como disposición el nuevo gobierno dictatorial. De esta manera, la FUC “ilegal” iba a ser ganada desde los márgenes por una agrupación que venía trabajando desde hacía tiempo en la Facultad de Medicina: el Movimiento de Unidad Reformista (MUR), que llegará a la conducción de la FUC en 1968. El MUR era una reagrupación de la juventud del PC, forzada por la crisis partidaria de 1963, donde hicieron mella los debates y la posterior expulsión del grupo de jóvenes editores de la revista Pasado y Presente. Los disidentes proponían la necesidad de incorporar otras claves teóricas, bajo influencia de Antonio Gramsci, para acercarse con mayor profundidad al análisis de la realidad cordobesa y latinoamericana, posición que fue rechazada por el Partido.

Por otro lado, los integralistas, de amplia aceptación en el estudiantado, concentraban la creciente radicalización y la adopción de ideas nacional populares por las clases medias durante la década del ´60. Los trabajadores industriales de Córdoba, compartían espacios de socialización con los hijos de trabajadores que habían llegado de otras provincias a estudiar a la ciudad. Así, desde los inicios de la década comenzarían a reestablecerse los contactos de los trabajadores, sus gremios más progresistas, en vistas a alcanzar la proclamada unidad obrero-estudiantil.

Otra característica de la radicalización de los estudiantes cordobeses es la afinidad con los sacerdotes tercermundistas. Uno de estos contactos es la parroquia de Cristo Obrero, donde se dio abrigo a la huelga de hambre de las agrupaciones estudiantiles de Córdoba, propuesta por los integralistas, en respuesta a la intervención de la dictadura en la UNC. Esta acción se inicia, según lo previsto, el 18 de agosto, con lamentable coincidencia del primer estudiante herido por las balas policiales. Finaliza el 8 de septiembre de 1966, con los disparos al estudiante y obrero Santiago Pampillón, quien moriría unos días después. Este hecho inflamaría los ánimos de los estudiantes, modificaría sus prácticas y los predispondría para el enfrentamiento directo contra la dictadura.

A medida que los golpistas intentaban imponer con mayor rigor sus medidas, integralistas y reformistas cordobeses confluían en un ideario nacional popular de izquierda; diferenciándose aún más de los dictados de la FUA (Ferrero, 2009), que vacilaba entre sus apoyos a la dictadura, y aún buscaban la conformación de un frente electoral para disputarle los espacios.

Debe destacarse, además, el apoyo dado por los estudiantes de Córdoba a los gremios del peronismo combativo e independientes, quienes planteaban una oposición directa al gobierno de facto. En el Congreso General “Amado Olmos”, de la CGT, de marzo de 1968, se produce una ruptura y queda conformada la CGT “de los Argentinos” (CGTA), encabezada por Raymundo Ongaro, de los obreros gráficos. Esta corriente reúne a los gremios enfrentados a la conducción burocrática de Augusto Vandor, quienes quedan nucleados en la CGT “Azopardo” (CGT). El mismo Ongaro asiste a Córdoba, en junio de 1968, para las jornadas de protesta contra la dictadura, organizada por estudiantes y trabajadores, en las que se recordaba el golpe de Estado. Para este entonces, la CGTA comenzaba a resentirse por el apoyo temporario de Juan D. Perón al vandorismo. Sin embargo, a diferencia de Buenos Aires, la CGTA en Córdoba contaba con el firme apoyo de los gremios independientes, dirigidos por Agustín Tosco; los estudiantes, quienes habían liderado el enfrentamiento a la dictadura; y los sacerdotes tercermundistas, que ya trabajaban en los barrios de composición obrera.

Debido a nuevas medidas económicas, durante el primer semestre de 1969, por medio de las cuales se pretendía ajustar el costo de producción, la lucha cobra nuevos aires y contingentes. Ya sin margen de maniobra para sus dirigentes vandoristas, las bases de los gremios peronistas pasan a enfrentarse a la dictadura en las calles al finalizar, por intervención policial, la asamblea que desarrollaban en el Córdoba Sport, el día 14 de mayo.

La represión dictatorial recrudecía y se cobraba las víctimas de los estudiantes Cabral, en Corrientes, y Bello, en Rosario. Por estos acontecimientos los estudiantes decretan paro nacional de actividades para el día 21 de mayo. Se incorporan los estudiantes de la Universidad Católica de Córdoba (UCC) que, nucleados en la Federación de Asociaciones Estudiantiles de la UCC (FAEUCC), resuelven en una asamblea de tres mil asistentes comenzar un inédito paro activo de 48 horas (Errasti, 2007). Fruto de la acumulación de experiencias y el crecimiento político, durante las jornadas del 29 y 30 de mayo de 1969, el Cordobazo, ellos también se lanzarían a las calles para derrotar a la dictadura.

La Agrupación de Estudios Sociales

La primera universidad privada de la Argentina se crea en 1959: la Universidad Católica de Córdoba. Durante 1964 es reconocida provisoriamente, por las autoridades de la UCC, la Federación de Asociaciones Estudiantiles. A partir de 1966, los estudiantes podían elegir libremente a los representantes de la FAEUCC y sus asociaciones, que nucleaban a los estudiantes por carrera. Paradójicamente, el único lugar en Córdoba donde tenían vigencia las asociaciones estudiantiles con posterioridad al Golpe (UCC, 2006) era en una institución católica conservadora que desalentaba la actividad política.

Debido a las modificaciones en la estructura social argentina, por los efectos distributivos de las políticas del peronismo y por el amplio desarrollo del clima cultural posterior, también hacia su interior fue posible advertir orígenes sociales diversos de sus estudiantes, bajo la identidad del catolicismo. Éste es el punto de partida de la Agrupación de Estudios Sociales (AES), que nace en 1967 como un grupo de estudio y debate de estudiantes de distintas Facultades de la UCC. Los mismos, se reunían semanalmente en las aulas del edificio “de Trejo” (calle Obispo Trejo nro. 323), para tratar temas de interés y discutir autores que atravesaban los análisis del contexto latinoamericano del período. Así, accedieron a lecturas sobre el peronismo y el marxismo, pero también a autores del pensamiento nacional como Rodolfo Puiggrós, Juan José Hernández Arregui y Milcíades Peña.

Con el paso de los meses, el grupo tomó a su cargo la tarea de movilizar al estudiantado de la UCC, en clara oposición a la dictadura, implantada por el Golpe de Estado de 1966. Agregaron a su trabajo, dentro de la UCC, el inicio de relaciones con conducciones gremiales, centros vecinales, sacerdotes tercermundistas y estudiantes de otras universidades. Se asociarían, en ocasión de las actividades de repudio al Golpe en una de las fechas que lo rememoraban, “con el integralismo y la FUC para el frente de lucha el 28 de junio de 1968” (Jerónimo, nro. 9, 1969).

Las diferencias con las autoridades de la UCC comienzan a hacerse cada vez más visibles, desde finales de 1967, a raíz de los reclamos de los estudiantes. Habían conquistado la autonomía de sus agrupaciones de estudiantes, aunque no encontraron respuestas sobre la modificación de los programas de estudios, en donde las asignaturas de religión fuesen optativas, la disminución de las cuotas mensuales, el aumento de las becas para estudiantes, y el ambicioso cogobierno de la UCC, junto a profesores y no docentes.

En 1968, el AES organizó un viaje de estudios para conocer los efectos de las políticas de ajuste de la dictadura en la población tucumana. A su regreso, elaboraron un documento que fue dado a conocer en una conferencia de prensa de gran repercusión e impacto en la comunidad académica y, luego, fue publicado en la revista Cristianismo y Revolución (nro. 10, 1968). En el mencionado documento, asumirían el compromiso de incorporarse “a la lucha que librará el pueblo (..) sin duda violenta, como reacción a la violencia opresora que hoy soportamos” (Agrupación de Estudios Sociales, 2013). Desde entonces, establecieron canales de diálogo con el director de la revista, Juan García Elorrio, y con el semanario de la CGTA, dirigido por el periodista Rodolfo Walsh.

Bajo las enseñanzas de los sacerdotes tercermundistas, algunos de los cuales dictaban clases en la UCC y los invitaban a participar del trabajo pastoral en los barrios de la ciudad, pueden comprenderse que también receptaron los debates de la Iglesia católica del período.

el grupo post conciliar transita por la línea formada por numerosas parroquias de la capital, alumnos de la Universidad Católica y curas de barrio (..) más allá del puro ámbito sacerdotal, los movimientos de tipo social de alguna manera conectados con la iglesia tienen su expresión más aguda, en estos momentos, en la Agrupación de Estudios Sociales, que nuclea a aproximadamente 40 alumnos de la Universidad Católica (JERÓNIMO, nro. 9, 1969).

La AES profundizó su trabajo y sus relaciones para mantener en la UCC un debate de ideas que resistiese a las políticas dictatoriales, alcanzando la hegemonía en la FAEUCC, a finales de 1968. Allí, extendieron su modalidad de organización interna: democrática, horizontal, sin comisión directiva ni autoridades formales, resolviendo los planteos en asambleas; e invitaban a participar de la AES a todos aquellos “que adhieran a la construcción del hombre nuevo" (fragmento de declaración del estudiante Miguel Ángel Bustos, en: JERÓNIMO, nro. 10, 1969).

La AES estuvo bajo el influjo de las mismas vertientes ideológicas de los integralistas: el Concilio Vaticano II, el Programa de Huerta Grande y el Manifiesto de los Obispos del Tercer Mundo. Sin embargo, se diferenciarían de aquellos por su radicalización, ya que la AES “levanta las banderas del sacerdote colombiano Camilo Torres y afirma que el pueblo en armas debe enfrentar la violencia invisible del régimen, esa violencia que anida en el hambre, el analfabetismo y la explotación del hombre” (Bustos,  en: Jerónimo, nro. 10, 1969).

La revista Cristianismo y Revolución, vehículo de ideas de pensadores y militantes católicos, había acercado las lecturas del obispo Helder Cámara y el tercermundismo, pero también a John William Cooke, Ernesto Guevara, y la situación política a lo largo de toda América Latina (MORELLO, 2003). Así, en un número de dicha revista, editado en la primera quincena de mayo de 1969, se puede leer un documento de la AES que proponía:

O se asume el compromiso histórico que hoy se nos exige... y se opta por los pobres, rompiendo definitivamente con el sistema capitalista, la dictadura y la oligarquía; o se continúa en la adhesión pública a un gobierno que explota a su pueblo en beneficio de unos pocos (Iglesia y educación libertadora, en: Cristianismo y Revolución, nro. 15, 1969).

En cuanto a la proximidad con la CGTA, la misma se patentiza con la visita del dirigente Agustín Tosco, invitado por la AES para dictar una conferencia el 25 de mayo de 1969 en el ámbito de la UCC. Esta actividad provocó un enfrentamiento con las autoridades, y los estudiantes tomaron partido emitiendo una declaración en férrea defensa de los agravios contra el dirigente sindical. Este contrapunto no concluiría sino hasta unos meses después con suspensiones para los estudiantes que tomaron a su cargo el comunicado, y sanciones para los dirigentes que encabezaron las protestas contra estas suspensiones.

Cuatro días después de aquella conferencia, los estudiantes coordinados por la FAEUCC, participarían del Cordobazo. Durante esas jornadas son apresados el padre Viscovich, ex-decano de Cas. Económicas, y el estudiante Claudio Ehrenfeld, representante de la Federación. A partir de entonces, se abría un nuevo escenario en la Argentina. Transcurriría un tiempo más para que la AES comience a debatir sobre la modalidad de la lucha armada contra la dictadura, en las ciudades o en el campo, y sobre la implementación del foco guerrillero o la insurrección masiva. En cuanto a sus integrantes, algunos se incorporarán al Peronismo de Base, donde llevarán adelante trabajo en los barrios y fábricas de la ciudad; y otros serán fundadores del núcleo cordobés de la organización Montoneros.

Los estudiantes, el archivo y la memoria

Esta aproximación a la AES nos permite abordar dos cuestiones relevantes. La primera de ellas es: la visibilización de estos sujetos, la segunda cuestión de relevancia, al estudiar sobre la AES, es: la reflexión sobre el archivo y la memoria.

La visibilización de estos sujetos

Hasta este trabajo, las referencias a la AES eran fragmentarias y dispersas, lo que ocasionaba la pérdida del análisis con estos estudiantes, sus ideas y sus acciones. En este sentido, y a partir de las indagaciones realizadas, debemos destacar que estos estudiantes que se construyeron, al calor de las refriegas con la dictadura, como sujetos del cambio en sus sociedades. Al momento de establecer diferencias con otras agrupaciones podremos ensayar explicaciones a partir de la escala de sus militantes, su influencia e interrelación con otros sujetos y el camino de sus acciones. Sin embargo, es posible realizar un acercamiento a las ideas predominantes del período al focalizarnos en esta agrupación que radicalizó sus métodos hasta cuestionar sus propios orígenes y el grado de involucramiento en la realidad. Para sus acciones, fue determinante no sólo el grado y la intensidad de relación entre sus dirigentes, sino también la articulación con otros sujetos del contexto. Así, en su mundo cercano, notamos la influencia de las ideas que alcanzaron a la Iglesia, y el enfrentamiento con las jerarquías conservadoras; al mismo tiempo, el contacto con los trabajadores y sus organizaciones, donde también fueron atravesados por las disputas que aquellos mantenían. También, pero no menos importante, los estudiantes fueron herederos de un impulso que confrontaba el antiimperialismo, impronta del ideario reformista, con las modernizaciones autoritarias del capitalismo desarrollista.

Debe anotarse, para finalizar, que los estudiantes y sus acciones fueron producto de las ideas y prácticas en donde emergieron; de sus capacidades de articulación y de los procesos de construcción de sí mismos. El marco histórico y las disputas con sus antagonistas ofrecieron, además, nuevos horizontes que los llamaron a protagonizar un futuro luminoso.

La reflexión sobre el archivo y la memoria

Al momento de realizar este escrito recurrimos al archivo institucional de la UCC, donde encontramos documentación sobre un primer abordaje en búsqueda de información. Esta giraba en torno a una solicitud realizada por la Facultad de Filosofía y Humanidades de la UNC, en julio de 2003. El objetivo de la misma era reunir información de estudiantes desaparecidos durante la última dictadura cívico-militar en la Argentina en pos de facilitar el trabajo del Equipo Argentino de Antropología Forense. El propósito del pedido de información acercaba los nombres de tres antiguos alumnos de la UCC, para lo cual se acompañaban de los números de documentos de identidad y de legajos en dos casos, y sólo en un caso el nombre del estudiante como único dato. La respuesta desde la UCC, y remitida a la Facultad de la UNC, se formula por nota en agosto de 2013. A los nombres que fueron aportados con sus números de documentos de identidad, se adjuntaba fotocopias de la documentación existente en los archivos, afirmando su relación como alumnos de esa Universidad. Por otro lado, del alumno que sólo fue acercado el nombre como único dato, se manifestaba la imposibilidad de su localización en los archivos ante la falta de mayores precisiones.

Un segundo abordaje sobre el archivo institucional de la UCC se realizó en 2013, a partir del involucramiento como investigador. Entonces, contactamos a un antiguo alumno, Cecilio, con quien elaboramos un documento de historia oral. A partir de su narración pudimos reconstruir parte de la historia de la AES, plasmada en este escrito. Además, se elaboró una nueva base, contando con un listado inicial de cincuenta y dos (52) alumnos pertenecientes a la AES. La misma, se mejoró con los nombres completos de los alumnos (en algunos casos sólo contábamos con datos parciales como apellidos o sobrenombres), números legajos y Facultades a las que estuvieron vinculados.

El relato de estos dos abordajes lo traemos a colación para acercarnos a una lectura del archivo institucional. Podremos acceder, de algún modo, a mucha información literal sobre los trayectos de aquellos estudiantes: las sanciones que les fueron aplicadas por sus participaciones políticas, como las suspensiones y las expulsiones, plasmadas en registros oficiales. Pero también, podremos interpretar, en un análisis más arqueológico en los registros administrativos, sobre los períodos de mayor actividad y la distancia entre los exámenes o las solicitudes de traspaso a otras Universidades, que ayuden a comprender sus historias vitales.

Sin embargo, proponemos que el archivo también se encuentra sometido a las voluntades de olvido (Jelin, 2002). Por ellas, entendemos que el archivo no sólo se encontraría silencioso hasta tanto alguien se interese por recordar; sino también que lo habitan pequeños mecanismos que obstaculizan el acceso a la información.

Un primer caso que ilustra estas voluntades es aquel del estudiante de la AES del cual no se obtuvo datos en el primer pedido de información, arriba mencionado: Claudio Erhenfeld. Del mismo, consta fue presidente de la FAEUCC en diversas fuentes (Ferrero, 2009; UCC, 2006), y del cual sí obtuvimos resultados en el segundo abordaje a los archivos, con su nombre como único dato.

Un segundo caso que arroja luz sobre lo que llamamos voluntades de olvido también lo obtuvimos a partir del encuentro con una antigua alumna, Nilda, integrante de la AES. En su lugar, había sido modificada la letra inicial de su apellido en los archivos institucionales y cuando ella fue personalmente a buscar información sobre su trayectoria en la UCC le mencionaron que “no había registros”. Sólo pudimos conocer la razón de este faltante a partir de la inmersión en el archivo y en la detección de estos “errores”. Como en el caso anterior, sólo la participación activa del investigador fue la determinante para resolver estas voluntades de olvido.

Por último, también pertenecen a estas voluntades aquellos eventos de los cuales no quedan registros en los archivos, y no se puede identificar si es una medida de carácter reservado resuelta por autoridades o por otros funcionarios. Este es el caso de una alumna, también integrante de la AES, María Isabel, que fue a inscribirse para el curso de 1970 y, oralmente, le fue negada la inscripción.

Ante estas voluntades de olvido, resulta contraponer las voluntades de memoria (Todorov, 2000). Para la propuesta que nos ocupa, estas voluntades darían cuenta de las limitaciones de los archivos y la necesidad de la historia oral para indagar en cuestiones referidas al estudio del tiempo presente vinculado a la represión y las dictaduras. Las voluntades de memoria no sólo realizan otro esfuerzo por acceder a los archivos y a la interpretación de los datos que arrojan, sino que se valen de la historia oral con el propósito de recordar.

En este sentido, uno de los efectos de estas voluntades de memoria es la consecución de acciones materiales y simbólicas que intentan arreglar cuentas con el pasado. Para el caso que nos convoca, bajo el marco de las conmemoraciones al restablecimiento de la democracia en la Argentina, se iniciaron una serie de actividades en la UCC que culminaron con la instalación de una marca de memoria. Concretamente, el 29 de octubre de 2013 en patio central de la Universidad, ubicado en calle Obispo Trejo nro. 323, se llevó a cabo una ceremonia que consistió en el descubrimiento de una placa en homenaje a los integrantes de la AES. El texto íntegro es:

“La Universidad Católica de Córdoba, con motivo del 30° Aniversario de la reinstauración de la democracia en nuestro país, en reconocimiento a los miembros de la comunidad universitaria e integrantes de la Agrupación de Estudios Sociales, quienes por haber aunado reflexión política y ciencia universitaria para hacerse cargo de su realidad fueron perseguidos y resultaron víctimas del terrorismo de Estado en la Argentina.”

A modo de cierre, haber indagado sobre la AES cumplió, de la manera que lo hemos propuesto, el objetivo de visibilizar a los sujetos y aportar a la reflexión sobre el archivo y la memoria. Las narraciones de los protagonistas nos acercan a una comprensión de un período de la historia, a la elaboración de una historia particular que hasta entonces permanecía en las sombras y a un cuestionamiento a los modos de abordaje sobre los archivos institucionales que realizamos como investigadores. Emprender estas investigaciones implica, por lo tanto, tener intuiciones científicas y propósitos sobre los resultados, con el fin de rescatar a sujetos del olvido y afirmar nuestra voluntad de recordar.

Post Criptum

En la actualidad, año 2015, en los Tribunales Federales de Córdoba, se lleva adelante el juicio por los crímenes de lesa humanidad cometidos en Ex Centro Clandestino de Detención La Perla. Allí, integrantes del AES y de otras organizaciones políticas, estudiantes de la UCC, fueron secuestrados, torturados y aún permanecen desaparecidos.

Bibliografía

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Errasti, V. (2007) “Asociaciones Estudiantiles de la Universidad Católica de Córdoba: sus relaciones con las autoridades, los sindicatos y otras agrupaciones estudiantiles”, en: Miguel Koleff (editor), Universidad y Sociedad. Córdoba. EDUCC.

Ferrero, R. (2009) Historia crítica del movimiento estudiantil de Córdoba. Tomo III. Córdoba: Alción.

González, J.I.  (2013) "Agrupación de Estudios Sociales", en: Noticias UCC, nro. 303, sept 2013.

Jelin, E. (2002) “De qué estamos hablando cuando hablamos de memorias?”, en: Los trabajos de la memoria. Madrid: Siglo XXI.

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Todorov, T. (2000) Los abusos de la memoria. Barcelona. Paidós.

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Universidad Católica de Córdoba. (2006) Una historia con sentido: Los primeros 50 años de la Universidad Católica de Córdoba, Córdoba: EDUCC.

Fuentes:

Revista Cristianismo y Revolución. Buenos Aires.

Revista Jerónimo. Córdoba.

La Agrupación de Estudios Sociales y su resistencia a la dictadura militar en Córdoba, 1967/1969

Juan Ignacio González


[1] Fecha de recepción: 03/08/2015. Fecha de aceptación: 27/08/2015.

[2] Universidade Federal Fluminense. Doutorando, Programa de Pos-Graduação em História. Bolsista PAEC-OEA-GCUB.

[3] Una versión preliminar de este artículo fue presentada en XXVIII Simpósio Nacional de História, de la Associação Nacional de História (ANPUH-Brasil), celebrado entre los dias 27 y 31 de julio de 2015, Universidade Federal de Santa Catarina en la Universidade Estadual de Santa Catarina, Florianópolis/SC, la cual hemos revisado para esta ocasión y elaborado la versión definitiva.