Disputas y continuidades en torno a la producción social del hábitat en Argentina: Aportes preliminares para la construcción de una metodología de estudio[1]

Disputes and continuities around the social production of habitat in Argentina:Preliminary contributions for the construction of a study methodology

 

Agustín Alessio[2]

 

Esta obra está bajo una licencia internacional Creative Commons Atribución-NoComercial-No hay restricciones adicionales 4.0 (CC BY-NC 4.0)

 

Resumen

Las crisis del capitalismo tienen diversas manifestaciones, una de las más elocuentes es su expresión en términos territoriales. Numeroses autores plantean el rol fundamental de tres actores en la producción urbana: el privado, el Estado y los sectores populares. En este trabajo, se explora en torno las estrategias que estos últimos se han dado recientemente en Argentina, para resolver sus problemáticas asociadas al acceso al hábitat en condiciones dignas. En particular se trabaja con el concepto de Producción Social del Hábitat (PSH), entendiéndolo como proceso que es llevado a cabo por grupos con cierto nivel de organización comunitaria. Los aspectos colectivos de los casos que se presentan, responden a gramáticas políticas características del siglo XXI en el país. En relación a lo anterior, se analizan los métodos utilizados para sostener la organización colectiva en el tiempo. Se busca realizar aportes preliminares, para la construcción de una metodología que aborde los procesos de producción social del hábitat, esto, desde una visión que contemple las transformaciones constantes de estas prácticas en el territorio. En esta primera instancia, se estudian tres procesos, en la Región del Gran La Plata, en el Gran Mar del Plata y en la ciudad de San Martín de los Andes. Para la caracterización de los mismos, se utilizan fuentes directas e indirectas. Finalmente se propone una síntesis analítica que sirva como insumo para la comprensión de las lógicas más representativas de los casos estudiados y la elaboración de interrogantes que puedan servir a futuras instancias.

Palabras clave: Sectores populares; Producción social del hábitat; Tomas de tierras; relocalizaciones

 

Abstract

The crises of capitalism have various manifestations, one of the most eloquent is its expression in territorial terms. Numerous authors raise the fundamental role of three actors in urban production: the private, the State and the popular sectors. In this work, we explore the strategies that the latter have recently taken in Argentina, to solve their problems associated with access to habitat in decent conditions. In particular, we work with the concept of Social Production of Habitat (PSH), understanding it as a process that is carried out by groups with a certain level of community organization. The collective aspects of the cases that are presented respond to political grammars characteristic of the 21st century in the country. In relation to the above, the methods used to sustain the collective organization over time are analyzed. It seeks to make preliminary contributions, for the construction of a methodology that addresses the processes of social production of the habitat, this, from a vision that contemplates the constant transformations of these practices in the territory. In this first instance, three processes are studied, in the Greater La Plata Region, in Greater Mar del Plata and in the city of San Martín de los Andes. For their characterization, direct and indirect sources are used. Finally, an analytical synthesis is proposed that serves as an input for understanding the most representative logics of the cases studied and the elaboration of questions that may serve future instances.

Keywords: Popular sectors; Social production of hábitat; Land recovery; Relocations

 

Introducción

Las lógicas del capitalismo tienen su correlato en el territorio. Los sistemas que estructuran “formalmente” la producción del espacio, son regidos por la lógica donde la defensa de la propiedad privada y la maximización de las ganancias están por encima de cualquier otro derecho humano, ya fuera a la vivienda, a los servicios esenciales, al acceso digno a la salud y la educación, entre otros (Giaretto 2013). En palabras de la autora citada, estas premisas son el reflejo de la mercantilización de los procesos de producción del hábitat, el cual alcanzó su implementación más consolidada en Argentina a finales de los años 1970. Es la lógica rentística-especulativo-inmobiliaria, la que dificulta de manera sistemática el acceso a la tierra, vivienda y ciudad, para los sectores populares.

En Argentina, el 92% de la población se encuentra asentada en localidades de más de 2 mil habitantes (Instituto Nacional de Estadística y Censos de La República Argentina, [INDEC], 2010). En este sentido, el crecimiento de las ciudades se ha dado de manera difusa, expandiéndose la mancha urbana de forma descoordinada con la cobertura de servicios e infraestructura. Entre 2008 y 2018, la densidad de las principales aglomeraciones urbanas, se redujo en un 10,8%, mientras que el crecimiento anual del área urbana pasó de un 1,22% a un 1,8% (Centro de Implementación de Políticas Públicas para la Equidad y el Crecimiento, [CIPPEC], 2018). En materia de vivienda, al año 2016 se estima que 3,8 millones de familias vivían en condiciones de precariedad[3] [4], en consecuencia a esto, entre otros factores, la población empobrecida debe valerse de sus propios métodos para satisfacer sus necesidades en torno al acceso hábitat.

En relación a lo último, pueden registrarse numerosos tipos de experiencias desde principios del siglo XXI, expresadas en una serie de gramáticas políticas llevadas adelante por diversos sectores, que van desde organizaciones sociales hasta instituciones como la iglesia católica Natalucci (2011). En la actualidad, estos conflictos atraviesan uno de sus momentos más álgidos, siendo necesario su estudio y comprensión constante por parte del ámbito académico.  A consecuencia de esto es surge el siguiente interrogante ¿cuáles son los aportes que la ciencia puede hacer a los procesos que los sectores populares se dan en la búsqueda por condiciones dignas de habitabilidad? 

Ante lo anterior se plantea la necesidad de construir una metodología que aporte a la comprensión de los procesos de producción social del hábitat, desde una visión que contemple las transformaciones constantes de estas prácticas en el territorio. Se espera de esta manera, aportar desde el campo científico a las redes que se constituyen a diversos niveles en torno a la lucha por el hábitat. Particularmente en este trabajo, se proponen aportes preliminares a lo planteado antes. Para esto se recurre a una metodología de investigación mixta, donde se buscará información por medio del análisis de fuentes directas e indirectas.

En este artículo, se propone describir y analizar particularmente tres casos ubicados en el Gran La Plata, Gran Mar del Plata y la ciudad de San Martín de los Andes, dejando para futuras instancias la posibilidad de replicar el estudio en procesos de otros sectores del país.

Se busca comprender las estrategias que los sectores populares se han dado para resolver urgencias habitacionales de forma colectiva y luego, las herramientas de las que se valieron para sostener la organización comunitaria en el tiempo. Una vez logrado esto último, se propone un gráfico conceptual que permita volcar la información relevante de estos casos y los venideros.

El trabajo se estructura en cinco apartados. En una primera instancia se despliega el marco teórico. En segundo lugar, se describen los objetivos y las herramientas metodológicas para arribar a ellos. En tercer lugar, se realiza el análisis de los casos de estudio. El cuarto consiste en la elaboración de una síntesis analítica que sirva de insumo para la comprensión de los aspectos más relevantes de cada proceso. En el quinto y último apartado, se presentan las conclusiones y reflexiones en torno a los resultados obtenidos.

 

1-Un repaso teórico e histórico de los métodos de los sectores populares para el acceso al hábitat

Diversos actores participan en la producción de las ciudades. En Latinoamérica podemos distinguir tres grupos principales: el mercado[5]; el Estado[6] y los sectores populares[7] (Herzer, 1994; Rodriguez, Di virgilio, Procupez, Vio, Ostuni, Mendoza, Morales, 2007; Abramo, 2012). La composición de estos no es homogénea, su accionar varía en torno a las vicisitudes que les tocan en los diversos momentos y locaciones en las que operan. Por otro lado, algunos mecanismos de funcionamiento están normados por lo que Abramo (2003) llama “lógica de coordinación social”, usualmente dada entre el sector privado y el Estado. Más adelante podrá verse también que, con el correr del tiempo, los sectores populares lograron formar parte de esta coordinación en la búsqueda de condiciones dignas de habitabilidad[8].

Cada uno de estos actores está motivado por diversas lógicas. A modo de síntesis, puede plantearse que el privado se moviliza con el afán de conseguir las mayores ganancias posibles a consecuencia de una inversión. El Estado, a priori, responde a las necesidades que le son planteadas desde los diversos sectores de la sociedad. Las acciones u omisiones en torno a las demandas de unos u otros, están asociadas principalmente al gobierno de cada momento. El tercer grupo, los sectores populares, está movilizado por la lógica de la necesidad (Abramo, 2012). En este trabajo se profundiza particularmente en estos últimos y las estrategias que utilizan para acceder al suelo urbano. En América Latina, las desigualdades en relación al acceso a la riqueza, tienen su correlato en el territorio. Ante esto, las comunidades más empobrecidas han sabido desarrollar diversos métodos para resolver sus necesidades.

En este sentido, existen gran cantidad de instrumentos legales que abogan por el derecho a la vivienda, siendo uno de los más elocuentes el artículo 14 bis de la Constitución Nacional[9], donde se especifica que es responsabilidad del Estado, garantizar las condiciones para el acceso a una vivienda digna. Esto manifiesta claramente la importancia del rol activo de este actor social en cuanto a tales problemáticas. Sin embargo, en Argentina aproximadamente 238.000 familias viven en condiciones de hacinamiento (INDEC, 2020).

Las ideas y conceptualizaciones sobre las estrategias que los sectores populares llevan a cabo para resolver sus urgencias habitacionales, son diversas. En este sentido, el concepto de producción social del hábitat (PSH), ha sido ampliamente utilizado para referirse a este tipo de acciones. Romero (2002), señala que existen corrientes que entienden estos procesos como un mecanismo que puede ser llevado adelante por familias de manera aislada, en contraposición de quienes enfatizan la necesidad de que exista un cierto nivel de organización vecinal para considerar un proceso como PSH. Asimismo, existen diferencias en torno al objeto de disputa, habiendo sectores que se refieren a la vivienda[10] y otros al hábitat en general. A su vez, es posible encontrar diferentes concepciones en torno al concepto de autoconstrucción y su relación con el significado de autogestión.

Para este trabajo se utilizará la conceptualización planteada por Rodríguez et al (2007) en torno a los procesos de PSH, en ella, les autores plantean que este concepto es complejo y dinámico, por lo que se valen de cuatro categorías para describirlo:

1.     Autoproducción del hábitat: abarca procesos llevados adelante de manera colectiva y organizada o individual.

2.    Autogestión del hábitat: Vinculado más específicamente a los procesos que tienen su génesis en un ámbito colectivo y organizado. Estos procesos generalmente son sostenidos por organizaciones que persiguen objetivos mayores, no acabando solo en la resolución de un problema habitacional puntual.

3.    Autoconstrucción de la vivienda o componentes del hábitat: referida a la acción de edificar la vivienda o los componentes del hábitat por los propios medios de los usuarios, ya sea de manera individual o colectiva.

4.    Producción por medio de organismos civiles especializados sin fines de lucro: relacionado a la producción de vivienda o componentes de hábitat de manera asociada con organismos técnicos de la sociedad civil.

Estas lógicas de PSH, se han dado en Latinoamérica desde el principio del siglo XX, profundizándose de manera acelerada a partir de los años 1950. En Argentina, se consolidaron más tarde con la llegada del gobierno militar entre 1976 y 1983. Este periodo estuvo caracterizado por la violencia sistemática ejercida contra los derechos humanos de miles de personas. Esto también se evidenció en términos económicos, dejando atrás el modelo de sustitución de importaciones, para dar inicio a un modelo neoliberal. Se destaca en la Provincia de Bueno Aires, la implementación del Decreto- Ley 8912 de 1977. Con él, se perseguía mejorar las condiciones de producción de suelo urbano, exigiendo la provisión de infraestructura y servicios (Rodriguez et al, 2007). Sin embargo, el efecto real que tuvo, fue servir como herramienta normativa para profundizar el modelo económico de segregación socio-espacial en el territorio, teniendo como correlato una profundización en las dificultades para acceder a loteos baratos (Oszlack, 1991). 

A partir de los años 1980, los procesos de producción social del hábitat se multiplicaron. En algunos casos, incluso durante el periodo de la dictadura militar[11]. Merklen (1997) señala dos momentos en relación al tipo de organización popular. Una primera instancia, donde las lógicas establecidas eran coincidentes con los métodos sindicales de las fábricas. Allí les vecines participantes, elegían una comisión directiva que tenía la responsabilidad de representar las demandas del barrio, planteadas y consensuadas en asamblea. A finales de los años 1980, con la llegada del peronismo[12] al gobierno, se detecta un segundo momento caracterizado por la posibilidad que encontraron les dirigentes de los barrios, en disputar o coordinar con el Estado la implementación de programas que dieran respuestas a las problemáticas por las que estaban organizades.

El inicio del siglo XXI, estuvo caracterizado por nuevas lógicas en torno a la organización y disputa de derechos, en relación a esto, Natalucci (2011) plantea tres gramáticas políticas. La gramática autonomista, caracterizada principalmente por el estado asambleario permanente, con una estructura en la que no se ven disposiciones jerárquicas. La gramática clasista, que posee una visión monolítica del poder político tradicional al que se plantea desplazar, constituida en base a estructuras jerárquicas basadas en elecciones internas. Por último, la gramática movimientista, donde se aspira a construir un movimiento nacional que tenga las condiciones para impulsar un proyecto popular. Es posible plantear que los procesos que se estudiarán en este trabajo, se encuentran inscriptos en las lógicas descriptas.

 

2- Planteo metodológico

Como se manifestó anteriormente, los procesos de PSH, son complejos y dinámicos, esto significa que están en constante transformación. En los países Latinoamericanos, particularmente en Argentina, donde las problemáticas en torno al acceso al hábitat se vuelven cada vez más urgentes, resulta necesario aportar herramientas que puedan servir a los sectores más desfavorecidos. Comprender las diversas instancias de cada proceso, los actores que participan, las estrategias que pueden o no funcionar para llevar adelante un reclamo o sostener un proceso en el tiempo, puede resultar una tarea difícil si no se la aborda desde un enfoque sistémico.

Ante esto, se plantea la necesidad de construir una metodología que aporte al estudio de la producción social del hábitat, contemplando las transformaciones constantes de estas prácticas en el territorio[13]. Esta herramienta puede servir a los diversos sectores que participan en la producción de las ciudades, dado que aportaría claridad, a lo que anteriormente se llamó como “procesos de coordinación social”.

En este trabajo se realizan aportes preliminares para la construcción de la herramienta mencionada. Siendo necesario a futuro ampliar la cantidad de casos a estudiar. Se considera la posibilidad de establecer diálogos con investigadores e instituciones de otros sectores del país, que puedan aportar en relación al tema.

Para la construcción de este trabajo, se utilizaron fuentes de información, directas e indirectas. Con las primeras, se refiere a la realización de entrevistas en profundidad, observación participante y recopilación de material audiovisual donde se expresan les protagonistas de los procesos estudiados. En relación a las fuentes indirectas, se trata de artículos científicos, artículos periodísticos, censos, estadísticas, entre otros.

 

3- Criterio de selección de los casos de estudio

Los procesos a estudiar, están ubicados en la República Argentina. Este país cuenta con una población que en el año 2020 rondaba los 45 millones de habitantes[14]. Con un producto bruto interno de USD 1.104.860 millones, ocupa el lugar 27° entre las economías a nivel mundial. Al primer semestre de 2021, según datos del Instituto Nacional de Estadística y Censos, el 40,6% de la población, se encuentra por debajo de la línea de pobreza[15], pudiéndose encontrar 5.687 barrios populares a lo largo del territorio nacional[16].

Los casos seleccionados se encuentran en el aglomerado del Gran La Plata, Gran Mar del Plata y la ciudad de San Martín de los Andes. La elección de las ciudades se justifica principalmente en la búsqueda de heterogeneidad. Se tomaron dos criterios, los aspectos poblacionales de cada sector y las cuestiones topográficas.

Imagen 1: Ubicación de los casos de estudio.

Fuente: Elaboración propia en base a imágenes satelitales de Extraídas el 9-3-2022 desde el programa google earth.

 

En términos poblacionales, la Región del Gran La Plata se posiciona como el sexto aglomerado urbano a nivel nacional. En el caso del Gran Mar del Plata, se encuentra ubicada en séptimo lugar. San Martín de los Andes, se ubica por fuera de los primeros 114 aglomerados que presentan 30 mil habitantes o más (INDEC, 2010).

En relación a los aspectos topográficos, el Gran La Plata es una urbanización situada en la llanura pampeana relacionada al Río de La Plata. En el caso del Gran Mar del Plata, se trata de una urbe constituida en relación al Mar Argentino. Por último, la ciudad de San Martín, que se ubica en la cordillera de los Andes frente al Lago Lácar.

 

El caso en el Gran La Plata

El proceso a estudiar, se ubica en la Microrregión del Gran La Plata (GLP), en el extremo sur del litoral de la región Metropolitana de Buenos Aires. Comprende los municipios de La Plata, Ensenada y Berisso, posee una superficie de 1162 km2 y una población cercana a los 800.000 habitantes (INDEC, 2010).  Según el Registro Nacional de Barrios Populares (RENABAP, 2018), la región cuenta con 190 barrios populares, donde habitan 37.134 familias.    

Imagen 2: Gran La Plata.

Fuente: Elaboración propia en base a imágenes satelitales de Extraídas el 9-3-2022 desde el programa googlee earth.

 

Imagen 3: Nueva ubicación de les vecines de Villa Elvira, en la localidad de Romero.

Fuente: Elaboración propia en base a imágenes satelitales extraídas el 9-3-2022 desde el programa Google earth.

 

El caso de estudio tiene sus inicios en el año 2017, en forma asociada a una toma de tierras que se dio en el barrio Villa Elvira, a orillas del arroyo Maldonado. Entre el año 2004 y 2015 se registraron 149 denuncias por diversos intentos de tomas de tierras (Di Croce Garay, Alessio, 2018), el 45% de estos procesos terminó en desalojos, el 35,6 % no presenta información concreta sobre su desenlace, el 16,7% terminó consolidándose como barrio popular y en el 2,7% de los casos, el Estado intervino proponiendo la relocalización de les vecines que llevaban adelante el proceso (Di Croce Garay et al, 2019).

El proceso a estudiar, coincide con la última categoría, donde tras una larga disputa, les vecines que habían tomado los terrenos, consiguieron que se les otorgaran tierras en la localidad de Romero, a 16 km del sitio original.

Resulta necesario definir algunos actores antes de profundizar en el análisis. Se destacan tres grupos. El Estado, configurado en su interior por agentes de los diferentes niveles de gobierno que intervinieron. En segundo lugar, el grupo compuesto por las familias que tomaron los terrenos, a estos se sumó la red de apoyo, conformada por las organizaciones sociales que acompañaron el proceso. El tercer grupo, referido al privado, dueño de los terrenos que fueron tomados en el barrio de Villa Elvira.

A pocos días del inicio de la toma, se realizaron diversas denuncias, tanto en la justicia como en los medios, acusando a quienes tomaron las tierras por el delito de usurpación.

“… cuando vos tomás una tierra te abren una causa por usurpación, y automáticamente se instala un camión de la comisaría a una cuadra…”

Militante de una organización participante en la toma de Villa Elvira (Comunicación personal, 21 de octubre de 2021)

En 2017, en la ciudad de La Plata se registraron diversos intentos de tomas de tierras en simultáneo[17]. Esto ayuda a comprender las dificultades por las que pasaban ciertos sectores de la región en relación a sus condiciones de habitabilidad. Ante lo comentado, algunas organizaciones realizaron una marcha con el objetivo de reclamar al Estado soluciones en torno a sus problemáticas habitacionales. El resultado fue la creación de una mesa de gestión que perseguía el objetivo de concretar soluciones habitacionales. Allí se aglutinaron diversos sectores, entre ellos, organizaciones como el Movimiento Evita, la Corriente Clasista y Combativa (CCC), el Movimiento de Trabajadores Excluidos (MTE), sectores sindicales, la Universidad Nacional de La Plata (UNLP) y otros sectores del Estado como la Subsecretarías de Tierras del municipio de La Plata, la Dirección de Tierras de la Provincia de Buenos Aires, la defensoría del pueblo, entre otros.

Esta instancia de negociación fue un logro importante para les vecines de la toma de Villa Elvira, dado que les permitió sentarse a discutir la posibilidad de llevar adelante soluciones habitacionales concretas. Como se mencionó antes, la respuesta que usualmente se da desde el Estado, es el desalojo. Sin embargo, en este caso se tuvo la oportunidad de dialogar sin el temor de ser violentades. Esto fortaleció el proceso, que tenía su sustento principal en la organización interna.

“… se nota la diferencia cuando hay organización en la toma, el proceso puede durar en el tiempo, cuando no la hay en cualquier momento te pueden desalojar…”

Militante de una organización participante en la toma de Villa Elvira (Comunicación personal, 21 de octubre de 2021)

En la mesa de gestión se llegó a un primer acuerdo, donde les vecines de la toma aceptaron ser relocalizades, aunque se desconocía hacia dónde. El planteo por parte de las organizaciones y las familias consistía en la necesidad de que fuera en terrenos cercanos y con la implementación de un plan de viviendas que pudieran ser construidas por elles mismes.

“… lo que empieza a pasar es que mesa a mesa te empezabas a dar cuenta de que no había un peso… que el complejo de viviendas no iba a ser, que bien si te daban un cacho de tierra…”.

Militante de una organización participante en la toma de Villa Elvira (Comunicación personal, 21 de octubre de 2021)

Luego de varios meses de negociación, finalmente se les otorgaron tierras ubicadas en la localidad de Romero, a 16 kilómetros de las tierras que habían sido tomadas en un principio. Fueron 40 las familias que se trasladaron a los nuevos lotes. No todes aceptaron la relocalización, principalmente por la dificultad que les presentaba separarse a tal distancia del resto de sus familiares. Como señala Bartolomé (1985) en los barrios populares el tejido social es determinante para la subsistencia.

El proceso de mudanza resultó extenso, algunas familias se separaron durante meses, en los cuales los hombres vivían solos en Romero, construyendo las viviendas y el resto esperaba en Villa Elvira, acompañando los fines de semana. Como consecuencia de esta situación, algunes vecines no pudieron soportar el desgaste y tuvieron que irse.

Cuando los momentos más álgidos del proceso habían pasado, llegó el tiempo de continuar disputando por mejoras en las condiciones de habitabilidad del nuevo barrio. A pesar del cansancio que significó haber atravesado tantos conflictos, sólo para conseguir una porción de tierra, les vecines continuaron con su lucha, retomando tareas en torno a reclamos por provisión de servicios, transporte y otras labores relacionadas a la organización interna del barrio, como la construcción de un comedor comunitario.

“… una compañera terminó cediendo una parte de su terreno para construir el comedor, es lo que siempre pasa, para las personas que gestionan estas cosas, los espacios comunes no son importantes, ellos solo ven un número de familias a las que hay que poner en un lugar…”

Militante de una organización participante en la toma de Villa Elvira (Comunicación personal, 21 de octubre de 2021)

En la actualidad, algunas familias lograron consolidar sus viviendas. En muchos casos, los lazos con les familiares residentes en villa Elvira se mantienen, aunque de forma debilitada. En relación a la continuidad de la organización comunitaria en el nuevo barrio, fue determinante la constitución de cooperativas de forma coordinada con organizaciones de la economía popular. Estas aportaron para que les vecines pudieran volver a trabajar, e incluso en las cercanías de su nueva vivienda.

 

El caso del Gran Mar del Plata

Es uno de los principales aglomerados urbanos de la Provincia de Buenos Aires. Ubicado sobre el mar argentino, es la cabecera del partido de General Pueyrredón, con un importante puerto naval y balneario, constituyendo el segundo destino turístico del país, después de la ciudad de Buenos Aires.  Posee una población de aproximadamente 600.000 habitantes (INDEC, 2010). Según datos del RENABAP, en la región hay 57 barrios populares, donde habitan 8.255 familias.

 

Imagen 4: Gran Mar del Plata.

Fuente: Elaboración propia en base a imágenes satelitales de Extraídas el 9-3-2022 desde el programa Google earth.

Imagen 5: Barrio 15 de enero.

Fuente: Elaboración propia en base a imágenes satelitales extraídas el 9-3-2022 desde el programa Google earth.

 

El proceso a analizar, inició en enero de 2009, en un sector ubicado entre los barrios El Martillo y General Pueyrredón. Los actores principales fueron, el Estado, representado por la Municipalidad de General Pueyrredón y el Gobierno de la Provincia de Buenos Aires, particularmente el Instituto de la Vivienda, que dejó inconclusa la construcción de un conjunto de viviendas, que formaba parte del Plan Dignidad, impulsado en el año 2004.

El otro grupo determinante en el proceso, fueron les vecines del barrio Pueyrredón[18], quienes tomaron el complejo mencionado. En un primer momento fueron 50 familias, cada una tomó una vivienda a medio hacer.

En los días siguientes al inicio de la toma, se efectuó la denuncia por el delito de usurpación y tras abrirse una causa penal, les vecines comenzaron a temer por un desalojo inminente. Esto aceleró el proceso de organización de las familias, que se autodenominaron “Los Sin Techo”[19].

A les vecines, se sumaron otros sectores de la sociedad civil, como organizaciones sociales, centros culturales y grupos de profesionales, quienes se constituyeron como la red de apoyo. Se consolidó un proceso democrático interno, donde las decisiones más urgentes y determinantes se tomaban en asamblea[20].

“…cuando nosotros empezamos teníamos una asamblea muy pequeña, que la construimos ahí en el “15 de enero”, era como a las cinco de la tarde, seis de la tarde empezar todos (comienza a aplaudir) ¿y qué pasaba cuando nosotros hacíamos esto? Cuando nosotros hacíamos esto todas las familias que estábamos en la toma se acercaban al medio del predio y ahí armábamos la asamblea…”

Vecino de “Los Sin Techo” (Caravana “Por la Tierra Y la Vivienda digna” 15 de enero del 2022)

En abril de 2009, la fiscalía ordenó el desalojo inmediato de las familias, el mismo se concretó en los días posteriores. Mediante el accionar violento, las fuerzas policiales expulsaron a les vecines que reclamaban por acceder a mejores condiciones de habitabilidad. El saldo de la jornada fue de 23 detenidos y más de un centenar de heridos[21].

Después del desalojo, el juez Juan Tapia, falló en favor de “Los Sin Techo”, solicitando a la Municipalidad resolver la problemática habitacional de las 54 familias que habían sido desalojadas. Luego de dos semanas, ante el incumplimiento del pedido del magistrado, les vecines, en conjunto con la red de apoyo, presentaron un proyecto al ejecutivo municipal. El mismo planteaba tres reclamos; alojamiento transitorio para quienes habían quedado en situación de calle; cesión de terrenos fiscales aptos para ser habitados y otorgamiento de materiales para la construcción de 46 viviendas[22].

De esta manera, se consiguió la apertura de una mesa de diálogo, que dio como resultado en junio del mismo año que el Concejo Deliberante del Municipio legitimara la lucha de “Los Sin Techo” otorgando un subsidio de 36 mil pesos para costear un alojamiento transitorio para las familias. A esto se sumó la incorporación de un programa de autoconstrucción para finalizar las viviendas inconclusas del Plan Dignidad que habían sido tomadas en un principio, dando lugar al nuevo barrio que pasaría a llamarse “15 de enero” en conmemoración al día en que inició la toma.

Meses después, tras la consolidación de las viviendas, la organización de “Los Sin Techo” se mantuvo, ya no sólo en torno a la lucha por la tierra y la vivienda, sino también en relación a otros temas, como la producción de empleo en coordinación con organizaciones de la economía popular, consiguiendo así que muchos de les vecines pudieran emplearse.

“… primero le pedimos al Estado que eso sea de esa manera, segundo nos juntamos con las cooperativas que nosotros elegimos y le pedimos a las cooperativas, les agradecemos por la red de apoyo y les pedimos un favor más… que incorporen a compañeros y compañeras que habían sido desalojados y que en ese proceso de lucha perdieron sus trabajos, muchos albañiles, trabajadores del puerto…”

Vecino de “Los Sin Techo”[23]

En el año 2010 se finalizaron 41 viviendas, esto significó para muches una victoria, y fue a su vez un impulso para continuar organizándose, viéndose reflejado en la “Caravana Por la Tierra y la Vivienda digna”. Desde 2010 “Los Sin Techo” en conjunto con otras organizaciones, marchan desde el barrio “15 de enero” hasta el centro de la ciudad, con el objetivo de visibilizar su lucha, que no acabó con la obtención de la propia vivienda.

En 2021 la Caravana no se realizó a causa del Aislamiento Social y Preventivo propuesto por el gobierno nacional ante la pandemia del COVID-19. Esto no imposibilitó que se conmemorara la fecha, realizándose actividades en modalidad virtual durante los días previos al 15 de enero. A su vez, esto permitió que participaran personas de diversos puntos del país, logrando compartir experiencias similares.

Al año siguiente, la caravana volvió a realizarse de forma presencial, al igual que en el año anterior se realizaron talleres los días previos al 15 de enero. La movilización culminó en la plaza San Martín, celebrando que el movimiento y la lucha por la tierra y la vivienda llegó a 20 barrios de la región, bajo la consigna “tierra, techo y trabajo”.

Imagen 6: Barrio “15 de enero” Mar del Plata, inicio de la “Caravana Por la Tierra y la Vivienda digna” 15-1-2022.

Fuente: Registro de campo.

 

Imagen 7: Plaza San Martín en Mar del Plata, Acto de cierre de la “Caravana Por la Tierra y la Vivienda digna” 15-1-2022.

Fuente: Registro de campo.

 

“… como dijo él, hoy son veinte barrios los que están organizados, es algo impensado para nosotros… nosotros éramos cincuenta locos… y bendita sea esa locura… bendita sea porque hoy llegan a más barrios el asfalto, las veredas, las cloacas, el agua que todo ser humano, todo habitante de esta tierra necesita, todos decían que era imposible, nosotros estábamos convencidos, de que esto no era imposible… ”Vecina de “Los Sin Techo” (Caravana “Por la Tierra Y la Vivienda digna” 15 de enero del 2022)

 

El caso de la ciudad de San Martín de los Andes

La ciudad que se ubica al sudoeste de la provincia de Neuquén, sobre la costa del lago Lácar. Cuenta con una población de 27.956 habitantes (INDEC, 2010), que con respecto al censo del año 2001 representó una tasa de crecimiento anual del 22%. Según el RENABAP, en la ciudad hay siete barrios populares, en los que habitan un total de 288 familias.

Imagen 8: Ciudad de San Martín de los Andes frente al lago Lakar.

Fuente: Elaboración propia en base a imágenes satelitales de Extraídas el 9-3-2022 desde el programa Google earth.

 

Imagen 9: Barrio intercultural.

Fuente: Elaboración propia en base a imágenes satelitales extraídas el 9-3-2022 desde el programa Google earth.

 

El crecimiento acelerado de San Martín de Los Andes, podría asociarse a la década de 1970 con el desarrollo del Cerro Chapelco, esto llevó a que la ciudad se transforme en un relevante destino turístico. El valor que el mercado le atribuyó a las cualidades paisajísticas del lugar tuvo su correlato en el mercado inmobiliario (Impemba, 2008). Esto último, se expresa en las dificultades las poblaciones empobrecidas del sector tienen en la actualidad, para acceder a condiciones dignas de habitabilidad.

El Estado, en sus diversos niveles, tanto Municipal, Provincial como Nacional, fue uno de los actores principales. Por otro lado estaba La organización de “Los Sin Techo”[24] y la comunidad mapuche Curruhuinca. Los primeros emergieron como un actor clave en la discusión en relación al modelo hegemónico que se había instalado en la ciudad en torno a la actividad turística y el negocio inmobiliario. Por el lado de los mapuches, se trataba de familias que reclamaban la restitución de las tierras que habían ocupado sus antepasados en las planicies de origen aluvional (Balazote, 2019). Juntos, llevaron adelante un proceso de lucha por condiciones dignas de habitabilidad que tuvo como resultado el “Barrio Intercultural” (Brand, 2021).

La alianza que dio origen al proceso, nació en julio de 2004, cuando se realizó la “Marcha de los Despertadores”. En octubre de 2009 “Los Sin Techo” y la comunidad Curruhuinca firmaron un acta acuerdo en la cual esta última, plantea que una vez les fueran restituidas sus tierras, otorgarían una parte para la realización del “Barrio Intercultural y medioambientalmente sustentable” (Puentes, 2013).

En diciembre de 2009, se presentó en mesa de entradas del Senado de la Nación, el proyecto de ley de: “Transferencia de tierras de Parques Nacionales en propiedad comunitaria para la agrupación mapuche Curruhuinca y establecimiento de un barrio intercultural en inmueble de propiedad comunitaria” la cual fue sancionada a finales de noviembre de 2011.[25]

El terreno donde se planificó construir el barrio, está ubicado a las afueras de la ciudad, posee aproximadamente 100 hectáreas, que forman parte del territorio por el que la comunidad Curruhuinca reclama desde hace tiempo. El proyecto definitivo aspira a la construcción de 250 viviendas (Belmonte, 2017).

La construcción de las primeras 56 viviendas, tuvo su inicio en 2014, con financiamiento proveniente de la subsecretaría de Vivienda y Urbanismo del Ministerio de Planificación Federal. Se constituyeron dos cooperativas que recibieron y ejecutaron el financiamiento. Por un lado, la cooperativa Cull Rañi, conformada por les vecines sin techo y la cooperativa Newen Mapu, integrada por familias de la comunidad Curruhuinca. Cada una asumió la construcción de 28 casas[26].

Previo a las mudanzas, se constituyeron los primeros talleres que sirvieron para consolidar la organización comunitaria. La consigna fue más allá de la mera solución habitacional y se planteó en torno a la pregunta “cómo queremos vivir”. De esta manera el barrio se proyectó desde la palabra y las ideas, para más tarde adquirir materialidad (Brand, 2021).

Las asambleas, los talleres y las jornadas de trabajo comunitario, fueron los espacios donde se profundizaron las relaciones, entre les vecines y también con quienes se trasladaron desde otros lugares del país para compartir experiencias. De esta manera, la organización del barrio intercultural sirvió de gran aporte para les que atravesaron procesos similares en otras locaciones.

“…El barrio siempre tiene que funcionar como una escuela, que vengan y nos enseñen y nosotros les enseñamos, para que esto no quede acá…”

Vecina del Barrio Intercultural (comunicación personal, 29 de diciembre de 2021)

En 2018, ante la falta de respuestas por parte del gobierno Nacional, una pequeña delegación de compañeres del barrio, se trasladó hasta la Ciudad de Buenos Aires, donde tras algunas protestas, fueron recibidos por el secretario de Vivienda y Hábitat de la Nación. En esa reunión lograron que se les otorguen fondos para continuar con la construcción de 19 viviendas. El desembolso llegó a finales de 2019, pero las tareas se paralizaron con el inicio de la pandemia. [27]

“… la pandemia nos pegó muy fuerte, muchos vecinos se metieron adentro y hasta hoy no volvieron a salir…”

Vecina del Barrio Intercultural (comunicación personal, 29 de diciembre de 2021)

Actualmente en el barrio viven 90 familias. La crisis económica sumada, a la crisis sanitaria provocada por la pandemia del COVID-19, frenaron el proceso de construcción de viviendas. Esto representó un debilitamiento en el tejido social en el cual se sustenta la fortaleza del barrio. Ante esto una vecina del barrio replicó las palabras de Roberto Arias[28].

“… la única lucha que se pierde es la que se abandona…”

Vecina del Barrio Intercultural (comunicación personal, 29 de diciembre de 2021)

 

4- Síntesis analítica

La utilización de diversas fuentes para el análisis de los casos de estudio, permitió comprender en profundidad las condiciones en las que cada proceso inició, los actores más determinantes y las estrategias que se dieron los afectados, para iniciar negociaciones que acabarían en algún tipo de solución a sus urgencias habitacionales. También se profundizó en la continuidad en torno a la organización comunitaria, posterior a los momentos más álgidos de las disputas.

En este apartado se profundizará en el análisis de lo anterior, procurando comprender similitudes y diferencias en cada proceso. La búsqueda de estas coincidencias pretende detectar patrones en torno a dificultades y oportunidades que se les pueden presentar a quienes entablan disputas en pos de conseguir mejores condiciones de habitabilidad. Cabe mencionar, que no es el objetivo de esta sección, ponderar un caso por encima de otro.

El análisis se sintetiza en un cuadro, esto con el objetivo de mostrar de manera concentrada la información. La aplicación de este tipo de diagramas, puede permitir arribar a nuevas formas de visualizar el tema, permitiendo construir preguntas que podrían servir a futuras instancias de la investigación.

A continuación, se describe brevemente la construcción del cuadro.

Análisis de los procesos de organización comunitaria en los casos (Cuadro 1)

1.        Fecha de inicio: con el objetivo de comprender el contexto socioeconómico en el que se da el proceso.

2.      Desencadenante del conflicto: Se menciona cuál es la acción llevada adelante por la población afectada que deliberadamente o no, genera un conflicto con otros actores.

3.      Tipo de organización interna: Según el planteo de Natalucci (2011) se clasifica el tipo de organización que se da la población en conjunto con las redes de apoyo.

4.      Actores: Se mencionan los actores que participan en el proceso.

5.      Instancias de violencia institucional: Se menciona si hubo violencia institucional, referido a un tipo de violencia coercitiva como puede ser el uso de la fuerza desmedida.

6.      Diálogo con el Estado: Se profundiza en las formas de diálogo que se dan entre los actores del reclamo y el estado.

7.      Solución habitacional conseguida: Se mencionan los aspectos que fueron cubiertos con la solución habitacional que se consiguió en una primera instancia. Se sintetiza en Tierra, vivienda y Servicios.

8.      Constitución de cooperativas de trabajo: Se analiza la organización de los vecinos después del momento más álgido del proceso.

9.      Continuación de la organización en torno a reclamo por el hábitat u otros: Se sintetizan las luchas que se mantienen y las que aparecen como novedosas y que fortalecen la organización de les vecines.

 

Cuadro 1 (Parte 1): Análisis síntesis de los procesos.

Fuente: Elaboración propia.

 

Cuadro 1 (Parte 2): Análisis síntesis de los procesos.

Fuente: Elaboración propia.

 

El caso del Gran la Plata (2017), tuvo su inicio durante un gobierno nacional de carácter neoliberal. Los otros dos casos, tuvieron su génesis en un periodo donde se implementaron políticas neo desarrollistas (Del río, Arturi, Langard, 2014).

Lo anterior es determinante en la caracterización de las lógicas organizacionales de los tres casos. Se planteó una mixtura entre lo que Natalucci (2011) define como: gramáticas autonomistas y movimientistas. Los aspectos autonomistas, se vieron reflejados en las cuestiones internas, como la realización de asambleas o talleres comunitarios para la toma de decisiones. Las gramáticas movimientistas, se expresan en el apoyo que las poblaciones analizadas brindaron a otros grupos que atravesaban procesos similares, evocando así una lógica donde se proyecta el bienestar colectivo más allá de la propia comunidad.

En relación a los actores participantes de los procesos, se destaca la necesidad de comprender en profundidad los componentes de cada grupo. Esto permite un análisis crítico que puede servir a futuros procesos. Entender que el Estado no es un ente monolítico, sino que está compuesto por diversos actores con intereses heterogéneos, es parte fundamental para quienes llevan adelante estas disputas. De igual manera sucede con los sectores populares, grupo que en este trabajo se subdividió entre les vecines y les actores del reclamo o red de apoyo.

En el desarrollo de los casos, fue posible detectar diversas instancias del ejercicio de la violencia por parte del Estado. En los casos donde hubo episodios de violencia institucional coercitiva, la resistencia de los grupos oprimidos, tuvo su principal sustento en torno a la organización interna y las redes de apoyo que habían sido constituidas previamente.

En relación a las continuidades, puede destacarse un componente común a los tres procesos que fue la constitución de cooperativas de trabajo, siendo un elemento clave para la vigencia de la organización comunitaria.

Ante esta síntesis, resulta necesario enfatizar algunos aspectos específicos de los procesos. También se plantean algunas preguntas que podrían servir de ayuda en futuras instancias para la construcción de la herramienta metodológica propuesta anteriormente.

Como se mencionó antes, durante el 2017, en el Gran La Plata se dieron varias tomas de tierras en simultáneo, esto llevó a la realización de una marcha organizada por algunos sectores involucrados en la disputa por la tierra. Lo que se consiguió en concreto con esta movilización, fue la constitución de una mesa de diálogo entre diversos actores de la sociedad civil y el Estado, con el objetivo de buscar soluciones a las problemáticas habitacionales planteadas. En relación a esto, surge la necesidad de preguntarse ¿tuvo este tipo de espacios continuidad en el tiempo?

En el caso de Mar del Plata, se resalta la ampliación del proceso de lucha, que como se mencionó antes, llegó a otros 20 barrios en la Región. Les propies vecines del “15 de enero”, enfatizaron la importancia del acompañamiento en estas disputas, ponderando el bienestar colectivo. ¿Cómo fue la articulación del “15 de enero” con los otros procesos? ¿Cómo se logra sostener en el tiempo este ejercicio?

Por último, en el caso de San Martín de Los Andes, se destaca el efecto que tuvieron los talleres comunitarios previos a la construcción de las viviendas. Esta instancia motivada por la pregunta, “¿cómo queremos vivir?” permitió a les vecines consolidarse como colectivo en base a acuerdos. ¿Qué otros factores podrían haber ayudado a la consolidación de este grupo?  Otro aspecto a destacar en este proceso, es el trabajo qué se han dado les vecines para invitar y compartir con visitantes de otros puntos del país, dándole al barrio esa característica de “escuela” que mencionara la vecina citada anteriormente.

 

5- Conclusiones

En este trabajo se profundizó en el estudio de tres casos, asociados a la idea de producción social del hábitat. Este análisis, se constituye como aporte preliminar para la construcción de una metodología que permita abordar este tipo de procesos, desde una visión que contemple las transformaciones constantes de estas prácticas en el territorio.

El análisis realizado, permitió comprender las causas que dieron origen a cada caso, el rol de los diversos actores involucrados, las variables que ayudaron a les vecines a resolver sus urgencias habitacionales en forma colectiva y las estrategias que estos se dieron para mantener su organización posteriormente, llegando a apoyar procesos de lucha por el acceso al hábitat digno de otras comunidades.

La elaboración de una síntesis analítica, permitió detectar similitudes y diferencias entre los casos. Resulta interesante destacar que, les protagonistas enfatizaron la importancia de la organización colectiva, tanto en los momentos álgidos, para resistir los diversos tipos de violencia que fueron propinados por parte del Estado, como en los momentos posteriores, donde fue necesario mantenerse unides para continuar con el arduo camino que implican los procesos de producción social del hábitat. Al final de la síntesis, surgieron algunos interrogantes que pueden servir de disparadores para futuras instancias de la investigación.

El rol de los diversos actores que conformaron las redes de apoyo fue fundamental en los procesos. En relación a los aspectos organizacionales, se resaltan las gramáticas autonomistas y movimentistas como característica común. Es importante mencionar que la conformación de cooperativas, fue determinante a la hora de abordar problemáticas urgentes relacionadas al empleo y para la consolidación organización colectiva.

En el camino a la construcción de la metodología planteada, se propone para futuras instancias, ampliar la cantidad de casos de estudio. Para esto, se entiende necesario establecer diálogos con otros sectores que hayan abordado la problemática, ya fuera desde el campo científico, institucional, territorial, entre otros.

Para terminar, se retoma una frase de Samuel Jaramillo (2008) quien planteó: “para orientarse en este mar embravecido de la ciudad caleidoscópica (com-fusa) no vale encomendarse al auxilio hipotético de alguna mano invisible caritativa (el mercado): son necesarios timón y brújula, es decir, se requiere de la acción política democrática, de planificación y de la comprensión en conjunto de la dinámica urbana”

Los casos analizados en este trabajo, muestran que diversos sectores de la sociedad han comprendido este planteo y han accionado en consecuencia. Sin embargo, estos esfuerzos serían banales si las luchas terminaran en sí mismas. Un vecino de “Los sin techo” de Mar del Plata, expresó en torno a esto:

 “… no más que agradecerles y decirles que no se cansen de luchar compañeros… que no pierdan los sueños…. Que levantemos a ese compañero que está en el barrio ahí que vive re mal, que no sirve de nada llevarle cuando a vos te sobra un fideo y decir yo cumplí con algo, decile: compañero hay una organización que está de pie, que pelea por tierra techo y trabajo, invitalo a que se organice ... invitalo… no nos olvidemos de donde salimos…”.

Vecino de “Los Sin Techo” (Caravana “Por la Tierra Y la Vivienda digna” 15 de enero del 2022).

 

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[1] Fecha de recepción: 13/05/2022. Fecha de aceptación: 21/06/2022

Identificador persistente ARK: http://id.caicyt.gov.ar/ark:/s25250841/fvv4lg2ii

[2] Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas - La Plata

La Plata, Argentina

https://orcid.org/0000-0002-0065-0383

agustinalessio9@hotmail.com

[3] Estimación de la secretaría de vivienda y hábitat para el año 2016 (INDEC 2010).

[4] Naciones Unidas, en el boletín informativo No. 21, sobre el Derecho a una vivienda adecuada, planteó una serie de criterios para que una vivienda sea adecuada. Disponible en https://www.ohchr.org/sites/default/files/Documents/Publications/FS21_rev_1_Housing_sp.pdf, Consultado el 14-6-2022

[5] Empresas constructoras con capacidad para intervenir activamente en el mercado inmobiliario, grupos inversores y sectores capaces de mover capital en pos de un objetivo asociado a la maximización de las ganancias motorizado por la industria de la construcción.

[6] Principalmente el poder ejecutivo, en sus diversos niveles sea nacional, provincial o municipal. También se comprenden otros sectores asociados al poder legislativo y el poder judicial.

[7] Se refiere a la población empobrecida, imposibilitada de acceder a un alquiler u otras opciones que posibiliten condiciones dignas de habitabilidad.

[8] La ley de acceso justo al hábitat 14.449 de la Provincia de Buenos Aires, en su ARTÍCULO 15 define los parámetros de calidad correspondientes a la idea de hábitat digno. Disponible en https://normas.gba.gob.ar/documentos/B3mgaUj0.html#:~:text=%2D%20Derecho%20a%20la%20Ciudad%20y%20a,plena%20a%20la%20vida%20urbana. Consultado el 15-6-2022.

[9] Disponible en http://servicios.infoleg.gob.ar/infolegInternet/anexos/0-4999/804/norma.htm, Consultado el 17-6-2022

[10] En este trabajo se habla de soluciones habitacionales o acceso a la vivienda de manera asociada al inicio de los procesos a estudiar, donde los sectores que reclaman, están abordando la problemática de forma parcial, para luego, una vez establecidos, continuar su proceso hacia conseguir condiciones de hábitat dignas e integrales.

[11] Las primeras tomas de tierras registradas en este periodo se dieron en Solano en 1981, luego se intensificaron dándose en municipios como La Matanza, Moreno, Merlo, Florencio Varela, Quilmes y Avellaneda (Rodriguez et al, 2007)

[12] Movimiento Político argentino surgido a mediados de la década de 1940 en consonancia con la figura de Juan Domingo Perón, siendo determinante en la política del país hasta la actualidad.

[13] Existen herramientas similares que han abordado la problemática desde otros enfoques, tal es el caso del trabajo “Metodología para dimensionar la producción social del hábitat”, elaborado en el marco del taller propuesto por la HIC, realizado en Bogotá, Colombia, en abril de 2004.

[14]populationpyramid.net(2020). Disponible en: https://www.populationpyramid.net/es/argentina/2020/, Consultado el 17-6-2022.

[15]INDEC(2021). Disponible en: https://www.indec.gob.ar/indec/web/Nivel3-Tema-4-46#:~:text=INDEC%3A%20Instituto%20Nacional%20de%20Estad%C3%ADstica%20y%20Censos%20de%20la%20Rep%C3%BAblica%20Argentina&text=Los%20resultados%20del%20primer%20semestre,%2C6%25%20de%20las%20personas, Consultado el 17-6-2022.

[16] Según el último Informe del RENABAP Disponible en : https://www.argentina.gob.ar/noticias/el-ministerio-amplio-el-registro-nacional-de-barrios-populares, Consultado el 17-6-2022.

[17] Según la revisión de notas del diario El día de la Ciudad de La Plata. Disponible en : https://www.eldia.com/nota/2017-2-28-3-43-18-una-nueva-usurpacion-en-villa-elvira-pone-en-guardia-a-los-vecinos,

[18] Página de Facebook del MTE de mar del plata.  Disponible en: https://www.facebook.com/mtemardelplata [Fecha de consulta: 11/03/2022]

[19]  0223.com.ar (2013).   Disponible en:  https://www.0223.com.ar/nota/2013-6-6-barrio-15-de-enero-simbolo-de-la-lucha-por-la-vivienda-digna [Fecha de consulta: 11/03/2022]

[20]  0223.com.ar (2013).    Disponible en:  de https://www.0223.com.ar/nota/2013-6-6-barrio-15-de-enero-simbolo-de-la-lucha-por-la-vivienda-digna [Fecha de consulta: 11/03/2022]

[21] Segundo Noticiero popular Material audiovisual producido por la red de apoyo a la asamblea de los vecinos sin techo. Disponible en https://www.facebook.com/mtemardelplata/videos/635056967813908/ [Fecha de consulta: 11/03/2022]

[22] Segundo Noticiero popular Material audiovisual producido por la red de apoyo a la asamblea de los vecinos sin techo. Disponible en  https://www.facebook.com/mtemardelplata/videos/635056967813908/  [Fecha de consulta: 11/03/2022]

[23] Material audiovisual  de la página de Facebook del MTE de mar del plata (13-01-2022) Disponible en:  https://www.facebook.com/mtemardelplata [Fecha de consulta: 11/03/2022]

 

[24] Organización que lleva el mismo nombre que la mencionada antes en el Gran Mar del Plata, pero sin relación directa entre una y otra.

[25] Sitio oficial del Senado de la Nación. Disponible en: https://www.senado.gob.ar/prensa/8414/noticias [Fecha de consulta: 11/03/2022]

[26] Disponible en: https://produccionsocialhabitat.wordpress.com/galeria-de-casos/barrio-intercultural-2/ [Fecha de consulta: 11/03/2022]

[27] Disponible en:  https://eltabanodigital.com/el-barrio-intercultural-comunidad-que-avanza/ [Fecha de consulta: 11/03/2022]

[28] Roberto Arias comunicador popular, impulsor y referente de los vecinos sin techo de San Martin de los Andes. Enacom.gob.ar .Disponible en https://enacom.gob.ar/redes-comunitarias-roberto-arias_p5049#:~:text=Fue%20comunicador%20popular%2C%20fundador%20de,promotor%20de%20la%20causa%20mapuche.  [Fecha de consulta: 11/03/2022]